“Usando principios termodinámicos hemos desarrollado un método para la licuefacción de helio muy eficiente, sencillo y original. Esta tecnología mejora la tasa de producción en hasta un 70% mediante el empleo de una presión más alta durante el proceso”, explica el investigador del CSIC Conrado Rillo, del Instituto de Ciencia de Materiales de Aragón, centro mixto del CSIC y la Universidad de Zaragoza.
Rillo indica que el sistema también permite ahorrar energía. “Lo que antes tardábamos ocho días en conseguir ahora lo tenemos en cuatro”.
Las instalaciones de criogenia de todo el mundo, como las resonancias magnéticas de imagen, los magnetoencefalógrafos, los aparatos de resonancia magnética nuclear y los centros de física de bajas temperaturas dependen del suministro de helio, cuyas reservas mundiales son bajas.
Además, hasta el momento, la transformación del helio de estado gaseoso a líquido sólo era posible en infraestructuras de dimensiones industriales muy complejas que conllevaban un alto consumo de energía o en instalaciones de pequeña escala, también complejas, mucho menos eficientes.
Este nuevo método permite fabricar licuefactores del tamaño de electrodomésticos aptos para su uso y manipulación en laboratorios, centros médicos y hospitalarios de todo el mundo y no requieren personal experto o con experiencia previa en técnicas criogénicas.
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