jueves, 28 de mayo de 2015

Un nuevo método optimiza la obtención de helio líquido a pequeña escala

El estudio publicado en la revista Physical Review Applied, revela un nuevo sistema de obtención de helio en estado líquido, desarrollado por investigadores del CSIC (España), que permitirá que laboratorios y hospitales procesen el helio de sus instalaciones criogénicas de forma autónoma. Una empresa estadounidense posee la licencia de este método que está protegido mediante patente.

“Usando principios termodinámicos hemos desarrollado un método para la licuefacción de helio muy eficiente, sencillo y original. Esta tecnología mejora la tasa de producción en hasta un 70% mediante el empleo de una presión más alta durante el proceso”, explica el investigador del CSIC Conrado Rillo, del Instituto de Ciencia de Materiales de Aragón, centro mixto del CSIC y la Universidad de Zaragoza.

Rillo indica que el sistema también permite ahorrar energía. “Lo que antes tardábamos ocho días en conseguir ahora lo tenemos en cuatro”.

Las instalaciones de criogenia de todo el mundo, como las resonancias magnéticas de imagen, los magnetoencefalógrafos, los aparatos de resonancia magnética nuclear y los centros de física de bajas temperaturas dependen del suministro de helio, cuyas reservas mundiales son bajas.


Además, hasta el momento, la transformación del helio de estado gaseoso a líquido sólo era posible en infraestructuras de dimensiones industriales muy complejas que conllevaban un alto consumo de energía o en instalaciones de pequeña escala, también complejas, mucho menos eficientes.


Este nuevo método permite fabricar licuefactores del tamaño de electrodomésticos aptos para su uso y manipulación en laboratorios, centros médicos y hospitalarios de todo el mundo y no requieren personal experto o con experiencia previa en técnicas criogénicas. 

viernes, 15 de mayo de 2015

Mil millones de fumadores y 240 millones de alcohólicos en el mundo

Un nuevo estudio ha recopilado las mejores y más actualizadas evidencias sobre la incidencia en la población mundial de las principales adicciones a drogas químicas. Muestra que casi el 5 por ciento de la población adulta del mundo (250 millones de personas) sufre de adicción al alcohol, y que más del 20 por ciento (1.000 millones de personas) fuman tabaco. Obtener datos lo bastante fiables sobre el consumo de otras drogas, como la heroína y el cannabis, es mucho más difícil, dado que son ilegales en muchos países, pero, como referencia, se estima que el número de personas que se inyectan drogas se halla en torno a los 15 millones en todo el mundo.

El informe, confeccionado por el equipo internacional de la profesora Linda Gowing, de la Universidad de Adelaida en Australia, demuestra que el daño a la sociedad perpetrado por las drogas legales es muchas veces mayor que el ocasionado por las que son ilegales.

 

Hay grandes diferencias regionales en el uso de drogas adictivas. Quienes más alcohol consumen se hallan en la Europa del Este, donde se consumen 13,6 litros de alcohol por persona al año, seguidos por la población del norte de Europa, con 11,5 litros. Asia central, del sur y occidental tienen los consumos más bajos, con unos 2,1 litros.

Europa del Este posee asimismo el número máximo de fumadores, con un 30 por ciento de los adultos, seguida de cerca por Oceanía (29,5 por ciento) y Europa occidental (28,5 por ciento). En cambio, en África el porcentaje es de solo el 14 por ciento. En América del Norte y América Central, incluyendo el Caribe, tienen las tasas más altas de consumo de drogas inyectables, con el 0,8 por ciento, que es más del doble de la tasa en el norte de Europa (0,3 por ciento).

jueves, 7 de mayo de 2015

La nicotina también llega al cerebro de los fumadores pasivos, no sólo al de los activos

El humo de tabaco que inhalan los fumadores pasivos mientras permanecen en un espacio cerrado donde otra persona fuma, tiene un efecto directo y medible en nuestro cerebro; un efecto muy similar a lo que sucede en el cerebro de la persona que le va dando caladas al cigarrillo.

De hecho, como es bien sabido, cuando el fumador pasivo es una persona que fuma habitualmente pero lleva horas sin hacerlo o bien está intentando dejar el tabaco, la inhalación de ese humo, esparcido en el aire por alguien que está fumando en ese momento, despierta el ansia de fumar en ese fumador pasivo.

Ahora, un estudio financiado por el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA por sus siglas en inglés), que es parte de los Institutos Nacionales de la Salud en los EE.UU., ha profundizado en el mecanismo que despierta tales ansias en esos fumadores pasivos, y también aporta otros interesantes datos.

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En este estudio reciente se utilizó la tomografía por emisión de positrones para demostrar que una hora inhalando humo como fumador pasivo en un espacio cerrado transporta suficiente nicotina al cerebro como para permitir a ésta enlazarse a los receptores cerebrales que normalmente son alcanzados en el cerebro de los fumadores activos por la exposición directa al humo del tabaco. Esto sucede en el cerebro de los fumadores y en el de los no fumadores.

Investigaciones anteriores han corroborado que la exposición de los fumadores pasivos al humo del cigarrillo aumenta las probabilidades de que los niños se conviertan en fumadores en la adolescencia, y también hace más difícil que los fumadores adultos abandonen el hábito.

En otras palabras, todo apunta a que el humo inhalado por los fumadores pasivos actúa en el cerebro como un promotor del hábito de fumar.

"Este estudio ofrece pruebas concretas en apoyo de las normativas que prohíben fumar en lugares públicos, sobre todo en espacios cerrados y cerca de los niños", subraya el doctor Arthur Brody, del Departamento de Psiquiatría y Ciencias Bioconductuales de la UCLA (Universidad de California en Los Ángeles), y coautor del estudio.